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viernes, 31 de marzo de 2023

“Miro lo que miro”

 

Fotografia Beme creatividades

 



“Miro lo que miro”


Muestro lo que muestro

 Miro lo que miro; callo lo que callo

No me apetece vuestra elocuencia banal

No me apetece vuestra mala elocuencia. No.

¿Hasta dónde más hemos de llegar con tanta prepotencia?

Miro lo que miro, veo lo que veo, digo lo que pienso, lo que  siento, lo que soy-

  Callo lo que callo, veo lo que veo,

Siento lo que siento.

Miro y veo lo que veo

¡Ba! ¿Hasta dónde habremos de llegar con tanta prepotencia?

Por eso digo lo que siento y pienso en lo que veo

Y callo lo que callo. Si 

Beatriz Elena Morales@ Estrada

 

“Detrás Del tiempo la sombra”

“Detrás Del tiempo la sombra”


“Detrás Del tiempo la sombra”

Se desliza el día, en completo silencio, como sombra detrás  de la luz, o quizá en su búsqueda, 

pero esta,  no se define, ni se detiene a esperar la sombra que avanza,    y esta,  solo escucha el latido,  el susurro del canto de la tierra, la agonía  de muchos, el dolor que abarca cuerpos y corazones , la ególatra voz de los que nada dan, porque nada tienen …

Sin embargo la sombra palpitante que la busca,  quizá,  a pecho abierto, ardera con ella, en el instante mismo en que la encuentre. 

 Huye la sombra, huye   y se develan  los sueños rotos, la fragilidad de un alma, la negra perfidia de los que mienten, la melosería de ciertas gentes,  que a ningún lugar conduce, a ninguno;  dado que solo llevan en sus pechos lagunas muertas. Si.

Autora: Beatriz Elena Morales Estrada

“Un tiempo hubo”

  

“Un tiempo hubo”

 Un tiempo  hubo, 





“Un tiempo hubo”

 Un tiempo  hubo, que ya no es 

en el  que la monotonía, caía sobre mí,  como un cuchillo rompiendo las fibras más íntimas de mi ser.

Sí. Un tiempo hubo  en que la melancolía, me carcomía por dentro, agitando mis alas,  a punto de derrumbarlas.

Un tiempo hubo, en que  las cosas fueron  en un tiempo de  pasiones efímeras, de  amor y de  locuras 

Un tiempo hubo , que ya no es el tiempo, de la melancolía como cascada del alma…

Un tiempo, que ya,  no es el tiempo, aunque tenga el pecho roto,  y el corazón adherido por  un puñal…

Hubo un tiempo de alma rota y de dientes apretados. Si.

Un tiempo  hubo , de palpitantes anhelos . Sí. 

Conteniendo adentro, un corazón asomado  y casi, como una mueca en  la ventanas del  rostro ...

De los rostros, dejando rastros de corazones sangrantes y a su vez  de desazón.

Si...

Autora: Beatriz Elena Morales Estrada


lunes, 20 de marzo de 2023

“De la lluvia”

 



“De la lluvia” 

 La lluvia se comió las tostadas  y las reservas  que tenía guardadas par mi

Pero  era que la lluvia,  tenía tanta hambre que siguió comiendo y comiendo, sin  parar; tanto es así, que  hasta se comió el pavimento también, las ciudades, los montes,  los valles  y los humanos,  que más podía tragar.  

Comió y comió tanto; tanto  hasta que ya,  no pudo más,  y se infló y el viento  la acorraló  y se la llevó muy   alto.

 Entonces, cuando el viento se cansó, de jugar con ella, la dejo caer y esta se estrelló  con tanta fuerza, que cayó aún más lluvia del cielo,  si,  como lágrimas que no paran casi nunca.

 Y así, hasta que el tiempo pasó.

Sí.   

Beatriz Elena Morales@ Estrada 

 

 

"El des- hoyador”




"El des- hoyador”


¿Qué haré?
¡Oye! Si acaso eres, de los que se entusiasman con tan solo el intelecto humano y lo que este produce; escucha:
Esto es lo que dice, el des - hoyador:
¿Qué haré?
¿Pondreté quizá a dese- hoyar búfalos? Mejor no
¡Um! Aquí no hay búfalos…
¿Porque adoras al intelecto del mundo, y desprecias a aquel que es el autor de todo? ¿Pregunto?
Si, ya sé, que te entusiasmas con cosas; es normal, pero de ahí, a que desprecies, precisamente al autor del intelecto y de las cosas y de todo; ¡Caramba!
¡Sí que hay un buen trecho!
Mejor ten cuidado contigo mismo. Sí.
Pero bueno, a todas estas cosas:
Te preguntaras ¿Quién es el des- hoyador?
Más bien pregúntate:
¿Por qué desprecias lo único hermoso que lo crea y lo re-crea?
¡Oye! Pero no me salgas, con que es el cerebro, u otras cosas parecidas. No. ¡Ukuu! Para nada.
Más bien usa tu cerebro. Sí.
También espero que de la cuenca de tu boca, no salgan pestilencias o buitres negros… En fin.
¡Tú veraz!
¡Claro! Eres libre de soltarlos, sí. Pero ¿Sabes a quien atacaran primero? A ti, Si a ti.
Por eso, el des- hoyador, quiere des- hoyarte; mejor aún; quiere que tú; si tú, te des- hoyes, solito. Sí.
Y por cierto: ¿Sabías que el cuerpo tiene también, ciertos agujeros negros? Si. De seguro lo sabes todo…
Pero desconoces lo único real, y cierto de la existencia humana. Sí. Por fortuna todo lo que entra sale, sale, de algún modo, sale…
¿Qué tal que no? ¡Jum!
Y entonces veo que el mundo, las gentes dejan salir, muchos buitres de sus bocas, muchos virus que contaminan el aire, la ecología y todo, todo, todo.
Pero bien dice; el dicho que por su propia boca perecerán y por sus propias obras, se hundirán ¿Entonces?
¡Mira tú! El des- hoyador, quiere que cabes un hoyo grande en tu cabeza, y que lo empieces a llenar de tierra buena, y siembra flores, cosecha estrellas, para que luego, se transformen en gardenias, en rosas, en jardines y hasta quizá, en constelaciones ¿Quién sabe? Es mejor así. Si.
¿Sabes porque?
Es que tal vez, luego quedes constreñido para siempre, si, en la tierra mala, que nunca cambiaste.
Sí.
Beatriz Elena Morales@ Estrada 

 

 

 

“Es necesario”

 “Es necesario”

 



“Es necesario”


Es necesario,  y muy requerido que el aire  entre a la cuenca, de nuestros ojos

Quizá así,  estos se deshagan del moridero de estrellas, que culmina en el confín de los tiempos…

O en el final de un tiempo sin tiempo.

Es necesario, muy requerido que el viento,  refresque nuestras pestañas y nuestros cabellos para que el olor que apesta a porquería sea esparcido y llevado por los aires. Si. Claro que sí.

 Es necesario y muy requerido entonces,  que huyamos de todo aquello que nos aprieta  y nos congela la garganta, no sea que lo contaminado acabe de joder nuestras vidas  y de quebrantar aún más nuestras alas,

Es necesario y muy requerido entonces,  que el aire vadee  entre nuestros mulsos  y ponga el viento en nuestro tobillos, cual alado corcel que nos eleve. Si.  

Beatriz Elena Morales@ Estrada 

“Ahora, en este tenue momento soy”




“Ahora, en este tenue momento  soy”

 

Soy un papel más, arrugado y dejado al azar

Un papel más,  que ejecuto a veces con raros olvidos 

 Y entre los olvidados estoy ahora,  caminando

Entre los solos, los sin nombre…

Si,  entre aquellos que no tienen  posición,  ni asiento.

Quizá solo,   al lado  en la banca de un parque;  digo,  no

Más no espero,  que venga nadie a salvarme

 Sé que  con la fuerza de mis manos,  me aferraré a un último bote, antes de partir. Sí.    

Entonces subiré en este  y  en la nada me perderé…

 No en "los nadies" ; sino en la infinita nada, en la grande lejanía 

Sí.

 Y sé que nadie preguntara por mí, ni tampoco  "los nadies" 

No dirán ¿A dónde habrá ido? ¿Quién sería? No la conocí

Es mas ello que importa; lo único que sé, es que hace rato que yazgo,   entre los olvidados, entre los solos y sin nombre

Y sé que la felicidad,  se halla sola conmigo, en un lugar, muy dentro

Aunque por ahora, no la encuentro, no la hallo y no sé  dónde está.

Y hay hiel amarga en mi corazón.

Sí. 

Beatriz Elena Morales@ Estrada 

 

“Ya hace rato”




“Ya hace rato”

 

Hace mucho rato que perdí el sentido de la felicidad 

Pero si, sé, que es sentirse a veces,  como náufrago perdido en altamar

Ya no me acuerdo que es la felicidad, pero sí sé, que la  infelicidad es castrarse trans una  esperanza, a veces arrastrarse trans un bote, que acoja al náufrago,  le preste, su barcaza, mientras la tempestad arrecia con la fuerza de un ciclón

Sí. Sé que es arrastrarse hasta el bote más cercano y gritar, gritar, hasta  expulsar los pulmones con la fuerza de un náufrago. Sí.  Es ser un sobreviviente de catástrofes profundas. 

Porque sé,  que nadie vendrá en mi socorro.  No.

Ha ce rato, que no sé,  que es la felicidad. No.

Un día se fue, se marchó y me dejo en medio de una mar agitada por olas altas

Pero aun así,  no vengáis a darme vuestros fatuos consejos,

Vuestras franquicias de palabras. Dado que estas son falacias   de gentes dobles.

Sí, hace mucho que no sé,  que es la felicidad, pero me mantengo a flote en altamar. Sí.

No digáis que la felicidad es un estado mental.

Eso ya lo sé.

No estropeéis mi momento de náufrago en medio del  mar 

Beatriz Elena Morales@ Estrada 

 


¡Oh patria!


 


¡Oh patria!

 

 Un Fraguar  de lunas infinitas, en tu andar de tiempos y veredas

En veredas y en tiempo de ciudades.

¡Ya veremos Patria!

Tú que has sido desangrada en mil batallas

Perenne ahora,  parecieras permanecer

Más ¡Oh!  ¿Quién es aquel   que vendrá a rescatarte?

¿A dónde está el señor de señores,  del  cual dices tú,  ser pretendiente? 

Más Él te reclama como esposa

Ve a buscarlo ahora, no sea  que perezcas, como impío

¡Oh!  Patria tú  no serás perenne, en tanto,  a él, no vuelvas  tu augusta cabellera.

 Antaño has sido esclavizada, una  parte de ti,  lo ha olvidado  y aún más

¡Oh Patria!   

 Tú no eres muda  y tampoco eres una   bandera vana, ni en vano ha sido tu lucha.

Tu clamor de los clamores, escuchado ha sido

 Atenta estés  a su llamado.

¡Patria! ¡Oh Patria!

¡Tú!  ¡Patria!  Si,  tú.

Mantén tu fe.

Se firme como soldado,   en pie de  bandera

Y mácula se mantenga la daga de tu corazón. Sí. 

¡Oh patria! Ahora no te desplomes

 Mantén  tu pie firme.

¡Oh patria! Sí. 

 

Eres tú de aromas infinitas

Conjunto de   estrellas en la noche

Tierra  plana a veces,  valle; montaña; cordillera y más

 Cadenciosa y silenciosa vas.

Eres sol, sombra,  luna   en los silentes, flameante  espada, peregrina estrella                 Escudo y candil,  y aun así,  la delicadeza de tus valles y montañas ondea trémula y a la vez con la  firmeza,  del que avanza,  llevando entre su manos,  la bandera de la libertad.  

¡Bendita  sea la valentía! 

Que no te deje  caer, cuando la lucha se agriete  aún más

 Eres escudo y tu candil horno

¡Oh patria!

 Sí. 

Pero recuerda permanecer  bajo su sombra

Con el fuego encendido,  como virgen en celo

Con las manos levantadas,  hacia Él

  Esa es tu espada de  la verdad.

 Sí 

No lo dejéis  apagar

Beatriz Elena Morales@ Estrada 

 

“Ahora, en este tenue momento soy”

  


“Ahora, en este tenue momento  soy”

 

Soy un papel más, arrugado y dejado al azar

Un papel más,  que ejecuto a veces con raros olvidos 

 Y entre los olvidados estoy ahora,  caminando

Entre los solos, los sin nombre…

Si,  entre aquellos que no tienen  posición,  ni asiento.

Quizá solo,   al lado  en la banca de un parque;  digo,  ¡no!  

Más no espero  que venga nadie a salvarme

 Sé que  con la fuerza de mis manos,  me aferraré a un último bote, antes de partir. Sí.    

Entonces subiré en este  y  en la nada me perderé…

 No en los “nadies”   sino en la infinita nada, en la grande lejanía 

Sí.

 Y sé que nadie preguntara por mí, ni tampoco  "los nadies" 

No dirán ¿A dónde habrá ido? ¿Quién sería? No la conocí

Es mas ello que importa; lo único que sé, es que hace rato que yazgo,   entre los olvidados, entre los solos y sin nombre

Y sé que la felicidad,  se halla sola conmigo, en un lugar, muy dentro

Aunque por ahora, no la encuentro, no la hallo y no sé  dónde está.

Y hay hiel amarga en mi corazón.

Sí. 

Beatriz Elena Morales@ Estrada 

lunes, 10 de enero de 2022

“Ser callada”

 

 



“Ser callada”

 

Ser callada como la boca de un pez sin rio,

y si me rio de pronto exhalando los dientes

¿Qué podría pasar? ¿Qué va a pasar?

¡Nada!

¿A quién puede importarle un acontecimiento tan simple? 

Nacido de una sencilla mueca, que denota vida, en una cara, que  podría ser  cualquier rostro…

 Bueno,  siempre habrá una en particular.  

Ser callada y silenciosa como si no, pisara con la fuerza de cien elefantes o como si no tuviera dientes, sino solo encías.

Ser nada, ante los ojos de los grandes, tan grandes, que me chupo hasta las encías,  de ver a tanta grandilocuencia:

¡Ser nada! Incluso ante el más vil y cobarde

¿Cómo si no fuera nada?

Solo una titilante, entre surcadas y parpadeantes esferas.

¡Qué importa! 

Es mejor ser una no-nada, que darme ínfulas ante  tanta vana grandeza.  

Ser callada, como con dientes apretados y de pronto, hasta soltar la carcajada, renuente

a la banalidad y superflua mirada del pavo real.

Renuente a la muerte y a sentirme caída, dado que no lo estoy.

Si. Ser callada, como si no tuviera boca, labios, lengua, zapatos, ni ropa, ni nada.

Ni nada, que me acaricie en suspiros o incluso:

Que me lance  pétalos azules, en este mundo de tantas cosas que pisan,  y de grandezas, tan grandes, que hasta me anonadan.

Si. Ser callada como bocas cenicientas, o como un calvario de tumbas.

Si,  ser callada, en un chispero de mierda que al zarzo vuela podrido. 

Sí.  Ser callada como una flor, sin ser floripondio.

Ser callada como una cosa, que no es cosa y no me quedo de cosa.

¡No quiero! ¡No! ¡No!

Ser callada y ya voy acabando con eso, que ya me tiene cansada.

Y si me rio de pronto y suelto la carcajada, sin ser payaso, ni nada.

Y si abro mi boca y sale un rio sonoro, cantar de pájaros en un destello de dientes,

y en  un parpadear de ojos.

Sí. Ser callada, con manos elocuentes y con mis plumas aladas.

Sí.

Sí. Ser callada ante  tantos importantes

Y así se miran gritando arriba  a  tantos grandes, a un montón de floripondios,   que no han aprendido nada.

Mientras que aquel,  que es dueño de todo,  entre más pequeño sea…

Allá en el cielo se mira.

Beatriz Elena Morales Estrada ©


 

 

 

En esta navidad




                                              En esta navidad

 

¡Haaaaaaaaaaaaaay! Hay tantas gentes en el mundo, todo está lleno de gentes.

Hay tantos pobres en el mundo, y  contando  también a  los animales…

Pobres que no son bienvenidos, sin explotados.

¡Ay por Dios!  Miren a  los poderosos, pasearse por la cima en donde los pobres los colocaron.

Siiiiiiiiii, heeeeeee, en esta navidad,  y siempre comparte, comparte el pan, el pan de cada día…      Y además da alegría.

La alegría de tu alma. No se te olvide, que existen niños que no tienen nada, que han sido abandonados.

Hay ve, en esta navidad y siempre haz un homenaje a todos los que no tienen pan, los que no tiene risa en el alma.    

Los que de comer no tienen nada  y da un abrazo,  que empalme con la vida, llenando de alegría,  en una mano rendida, ante el amor fraternal. 

Y da un abrazo de mano abierta. 

No mires por encima como si tú fueras más.  Da y no te burles del sufrimiento ajeno, del honorable que trabaja, aun en lo que parece ser denigrante y no lo es.

En esta navidad y siempre da lo mejor de ti. Perfecto nadie es, pero por virtud del amor siéntate un momento  y comparte.

Y recuerda el dicho popular: “Todo lo que sube baja”, cae al suelo,  y lo que en el suelo esta,  arriba puede subir;  dado que la vida,  se mueve y cambia mucho de posición. Si así es.

Y da un abrazo, aunque sea con tu alma;  cierra los ojos y perdona y bendice  en tu corazón. Si 

No te excedas en odios y en vanidades, ni tampoco seas avaricioso, ni vivas de la apariencia,  y del que dirán los demás.

¡Tú vales  por lo que eres!  ¡No por lo que aparentas ser!  En esta navidad y siempre abre: Tu corazón… Sí

  

Beatriz Elena Morales Estrada ©

 

 

“Inaugurar”




                                                       “Inaugurar”

 

Dos bocas  y una lengua fueron suficientes para inaugurar la vida,

Una lengua y dos bocas, el pedal de una bicicleta, las flores del jardín o de los jardines…

 El árbol que está sembrado en el parque  o en los parques, las bancas  y las manos que se juntaron para hacendosamente hacer una casa,  los ojos que se miraron, la diáfana e inocente mirada  de los niños, las golondrinas que al atardecer se desplazan,  el agua que se descuelga de las nubes oscuras    y  la radiante esfera solar…

 Dos bocas y una lengua, una lengua, un lenguaje, una palabra  y unos dedos,   entre  una mano que se mueve  al unisonó, con el movimiento de las cosas,  fueron más que suficientes, para inaugurar la vida, la dicha de un poema que se gestó en el tica tac de un corazón,  que no quiere morir…

  Solo eso y nada más. ¡Nada más!

 

Beatriz Elena Morales Estrada ©

 

viernes, 10 de septiembre de 2021

Brevedades La rosa, la forma y la esencia




Brevedades

La rosa, la forma y la esencia 

 

Y si amas la rosa,  tus ojos,  se dejan caer sobre de  ella con ternura

Y si amas la rosa,  acaricias sus pétalos con ahínco, con fervor.  

Y la contemplas con tu mirada, como temiendo dañarla, hasta con el roce de tus dedos

La miras y para  ti,  es un prodigio sin comprender.

Y con suavidad tenue, tu mano se desliza y sientes,  el punzón de algo que rompe tus carnes. 

Y entonces  sueltas  la rosa con brusquedad,  asustado y herido y te concentras,  en la  gota de sangre que sale  de tu dedo.

Es decir,  solo piensas en ti, en tu afición, en tu ego.

Horrorizado   te miras  y  no te has dado cuenta, que has lanzado a la  rosa al suelo,  en donde luce ajada,  golpeada   y abandonada…

Tú, que temías hacerle daño ¿Acaso iluso no te has dado cuenta, que ya se lo has hecho, al lanzarla lejos de ti?

Porque si amas a la rosa, debes  aprender a amar   también sus espinas, son tan pequeñas…

¿Qué es una gotita  de sangre en tu dedo  comparado con  la belleza  de la rosa?

Es porque piensas,  que la perfección de la rosa esta,  es   en su forma,

pero la belleza de la rosa,  no solo está en su forma, sino también en su   esencia , en sus pétalos; en ello radica su perfección…

¿Iluso,  no te has detenido  a pensar que sin las espinas,  la rosa,  no es menos  perfecta?

Las espinas,  son parte de la perfecta armonía de la rosa…

La protege. 

He ahí, el secreto encanto de las cosas.

De manera tal,  que la rosa, en apariencia,  es solo la representación  de la forma, y la forma lo es, de lo multiforme.

 La forma misma, es lo frágil y más allá de lo visto o lo que representa, está  la esencia y la esencia es  Dios.

 Y que así como la imagen, que tus ojos contemplan,  es solo una  representación  del pensamiento;  así la rosa,  es solo,   la representación efímera de aquello,  que realmente es…

Pero un ser prosaico,  jamás se detendrá a pensar en estas cosas,  solo querrá desflorar  la rosa o destruirla  y ya.

Y quizá,  un ser culto ¿Pero qué tan culto? Mejor sería decir;  un ser sensible,  tierno,  se detenga a pensar en ello… Solo,  tal vez. 

Ni un poema   y menos  una prosa, definen lo que es perfecto, pero sí, es,   al menos,  un roce, una caricia,  que acerca la ternura…

Y que lleva a sentir la grande presencia y sí,  eso  es una rosa

 ¿Qué pues podrimos decir de ti humano cuya semejanza,  debería acercase a la de Él en tu hacer, en tus acciones? Pero lo niegas en su totalidad.  

Lleva la rosa en tu corazón,  te ayudara a encontrar tu verdadera esencia; pero  recuerda, que  no es la rosa, que  tan solo  es una forma,  de las formas,   y hay tantas formas, tantas, comenzando por ti y así,  en el otro, en los otros,  aprenderás a ver, esa magnífica presencia, que no se basa en lo aparente, o en lo intrascendente del momento;  sino  en  hallar   lo que realmente Es.

¡Quita tu ceguera y ve más! Mira más  allá de tu nariz.   

 

Beatriz Elena Morales© Estrada

 

 

 

sábado, 10 de julio de 2021

Quisiera



                                               

(Tango o balada o pop o...)

Quisiera 

Quisiera en esta tarde, en que la lluvia cae no cejar en mi empeño

de poder  ver un  rayito de   sol.

Quisiera en esta tarde  en que la lluvia cae,  vadear en los charcos

recuerdos de tu anhelo.

 En cada  anochecer palpitaban tus ojos, 

eran retoños  de estrellas que alegraban a mi alma. 

En estancias amenas,  puros cariños de ese nuestro  vivido amor.

Quisiera en esta tarde, en que la lluvia cae  vadear entre charcos  alegrías  aquellas. 

Tantos viejos recuerdos, que me traen amores  en especial el tuyo.

Quisiera en esta tarde, en que la calma vence toda aspereza  vieja,   

volver a recordar vadeando  en la lluvia los pasos que me  llevaban a ti. 

Nuestro cariño antaño,  caminando callejas que abrían las veredas de alegre festival. 

Suscitando  amores que abrían en ti,  tú  anhelo por mí. 

Quisiera en esta tarde,  vadeando en la lluvia,

con la ropa mojada,  propiciar ese encuentro

entre nosotros dos.

Si. Quisiera en esta tarde, en que la lluvia cae,

ver un rayito de sol. 

 

Beatriz Elena Morales Estrada © Copyright NARRACIONES